Un administrador de fincas ya no se limita al importante asesoramiento jurídico y administrativo de la comunidad de vecinos, sino que también toma parte en cuestiones relacionadas con el ahorro de gastos para nosotros, los propietarios. La eficiencia energética es un concepto clave, en este aspecto.

Desde 2013, se obliga a poner a disposición de arrendatarios y compradores de vivienda el certificado de eficiencia energética. La eficiencia energética depende de las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de energía. El Real Decreto 235/2013 no obliga a las comunidades de vecinos a tener dicho certificado de eficiencia energética, aunque sí que nos interesa acceder a una certificación conjunta, por cuestión de rentabilidad.

De cara a conseguir la eficiencia energética, al administrador de fincas le conviene echar mano de un sistema de gestión técnica centralizada, es decir, un sistema integral de gestión y supervisión de las instalaciones. Las tareas del administrador de fincas se modernizan, gracias a aplicaciones de software y hardware que sirven para optimizar rendimientos y gastos en iluminación, transporte vertical, contadores de energía o climatización. El estado de los elementos constructivos (cubiertas, ventanas, fachadas…) también será clave en estos quehaceres.

A día de hoy, por lo tanto, el administrador de fincas nos aporta soluciones propias de arquitectos y aparejadores. De manera que podemos llegar a ahorrar, en el marco de la comunidad de vecinos, entre un 10 y 20% en iluminación y climatización. Primero, elaboran un proyecto, basado en datos recogidos, para lograr la eficiencia energética; y, posteriormente, se encargan de garantizar unos servicios de mantenimiento de los niveles alcanzados. Asimismo, tendrán en cuenta las distintas normativas existentes en materias térmicas, de intensidades de potencia o incendios.

En definitiva, la eficiencia energética ha venido para quedarse. Ya forma parte de los requisitos que se demandan a una vivienda y nos da calidad de vida.

Imagen: Edificio de Viviendas. Plaza Lesseps. Barcelona